Tras una reunión que este jueves sostuvieron en la Defensoría del Pueblo, el Delegado Regional de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Roberto Desogus, e integrantes de la Mesa Departamental de Víctimas,  el organismo internacional se comprometió con hacer “seguimiento” para establecer las circunstancias que rodearon la muerte del defensor de víctimas  Bernardo Cuero Bravo.

Desogus, como coordinador de la OACNUDH asumió este compromiso ante una decena de víctimas, integrantes de la mesa departamental.

Crónica de una muerte anunciada

Tras este encuentro, compañeros de Bernardo Cuero cuestionaron que en entidades como la Fiscalía y la Unidad Nacional de Protección se hayan desconocidos los riesgos que corría Bernardo Cuero. Los miembros de la Mesa Departamental de Víctimas habían advertido sobre estas nuevas amenazas, situación que fue puesta en conocimiento ante el coordinador de la OACNUDH en la Costa.

Misael Delgado, Coordinador de la Mesa Departamental de Víctimas, dijo a Zona Cero que “recientemente Bernardo Cuero denunciaba amenazas”. “Recientemente había ido a la Fiscalía, había denunciado un atentado en contra de su vida donde a los sicarios se le encasquilló la pistola porque fueron ese día a asesinarlo. Lamentamos que hayamos sufrido esta pérdida”, indicó.

Por su parte, Misael Castro, Coordinador del Comité de Tierras de la Mesa Departamental de Víctimas, dijo que el homicidio de Cuero Bravo “era crónica de una muerte anunciada”. “El compañero Bernardo, cada vez que hacíamos una reunión de mesa lo primero que él decía es ‘estoy amenazado, me voy a retirar de la mesa de víctimas, no quiero seguir en esto’”.

Incluso dijo que el defensor de víctima “fue a la Fiscalía y a la Unidad de Protección pero nadie le prestó atención”.

Finalmente anotó que “hoy que está muerto, hoy sí aparecen. Ese es el sistema de este Estado. Cuando matan a la persona es que van a hacer  payasadas”.

Habían intentado atacarlo en su casa

Bernardo Cuero Bravo ya había sufrido en 2016 un atentado en la misma casa donde fue asesinado en la noche del pasado miércoles. La afirmación la realizó Deivis Flórez Cantillo, abogado defensor de derechos humanos, en las afueras de Medicina Legal.

A la sede del instituto forense en Barranquilla llegaron varios líderes sociales a repudiar el homicidio perpetrado en el barrio Nueva Esperanza, en la carrera 2Sur3 con calle 4, en el municipio perteneciente al área metropolitana.

Flórez indicó que el líder asesinado había llegado en 2003 procedente de Tumaco (Nariño) y desde entonces “siguió ejerciendo su actividad como líder comunitario impidiendo que se robaran un parque en el barrio donde él vivía, denunciando el reclutamiento de menores, la venta de drogas en el barrio, exigiendo el derecho de las víctimas y participando en la Mesa Departamental de Víctimas”.

El defensor de DDHH explicó que la vida de Cuero estaba en peligro desde hacía varios años. “Su nombre apreció en un panfleto en 2012 y en 2014. El año pasado sufrió un atentado en su propia casa, un sicario intentó dispararle pero el arma se le encasquilló, lo que le permitió huir”, manifestó Flórez.